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15/03/2024

Restaurante “La barra” (Midtown Roselló)




¿Es posible ir a un restaurante y salir con hambre? Pues si, eso  es lo que me pasó en una cena con unos compañeros de trabajo en el restaurante “La barra”. De las pocas veces que he puesto una reseña en un restaurante pero tenía la obligación moral de avisar a los siguientes clientes.


La reseña que escribí relata perfectamente y de manera resumida lo sucedido.



“Increíble. 


Intentamos reservar para el primer turno, nos recomiendan reservar para el segundo turno para poder alargar la sobremesa, por lo que finalmente reservamos para el segundo turno. Llegamos y de unas 15 mesas sólo se ocuparon 4. ¿Es que acaso debíamos abandonar la mesa en el primer turno aún no teniendo ninguna reserva esa misma para el segundo? 


Nos toman nota, observo que el camarero apunta nuestra comanda en una esquina de una hoja pequeña junto a otros pedidos de otras mesas. ¿tanto cuesta gastar una hoja por mesa? (que usen un dispositivo electrónico si quieren ahorrar papel). ¿Que pasó? Traen lo de los demás, dejo unos minutos de margen para que traigan lo mío, finalmente me levanto a reclamar mi hamburguesa y veo que la cocina ya ha cerrado, a las 11:00 y sin previo aviso. Lo normal es cerrar más tarde y avisar mesa por mesa que se cierra la cocina por si se quiere pedir algo más. Ni me ofrecieron alternativa para comer ni nada. Para compensar invitaron a los postres pero yo me quedé prácticamente sin cenar si no fuera porque me cedieron algo de sus platos los compañeros de grupo con los que iba.


Un desastre.”



Además mientras esperaba a que me trajeran mi hamburguesa veía pasar raudos los empleados vestidos de calle. Corriendo literalmente por el local en dirección a la sadida, como si fueran descalzos pisando brasas. Luego me di cuenta que esos empleados eran los responsables de cocina.


Estamos lejos aún de entender como funciona el cerebro pero una cosa parece muy clara, los recuerdos polarizados son los más persistentes. El cerebro suele guardar en su memoria episódica los recuerdos muy malos y los recuerdos muy buenos. Y me temo que de esto me voy a acordar toda la vida. La vez que fui a cenar a un restaurante y salí sin cenar.








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