Traductor

Mostrando entradas con la etiqueta Recuerdos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Recuerdos. Mostrar todas las entradas

10/05/2024

La facultad de matemáticas de la UB (2/4)


(Profesores de la orla de la promoción del 1999)


Y ahí andaba yo por el año 1995, enfrentándome a las asignaturas del segundo año de carrera de la licenciatura de Matemáticas:


- Análisis matemático III

- Probabilidades

- Geometría proyectiva

- Topología

- Análisis matemático IV

- Estadística

- Geometría diferencial de curvas y superficies

- Algebra I


De la asignatura de “Probabilidades” puedo decir que fue la única asignatura en toda la carrera, la única, que con el examen suspendido por poco, fui a la reclamación y conseguí aprobar tras subirme la nota. Recuerdo vagamente el ejercicio de un grupo de ciervos separados por una valla, que saltaban al azar de un lado a otro de la valla y había que calcular la esperanza de que acabaran todos en el mismo lado de la valla. El caso es que unos pocos de los alumnos, entre ellos yo, consideramos que los ciervos saltaban todos a la vez obteniendo un resultado distinto. El profesor consideró la solución como incorrecta a estos pocos alumnos (entre ellos yo). Con lo que lógicamente le pregunté al profesor por qué estaba esta mal la solución según este planteamiento, y como no supo razonar por qué estaba mal la solución no le quedó más remedio que considerar la respuesta como buena, lo que me permitió subir la nota lo suficiente como para acabar aprobando la convocatoria. Recuerdo salir del despacho del departamento flotando en el aire como una bailarina al haberme quitado el peso de tener que volver a estudiar la asignatura.


Hubo asignaturas que aprobé en primera convocatoria (Enero o Junio) como la complicada “Geometría diferencial de curvas y superficies” y “Análisis Matemático IV”. Otras las aprobé en segunda convocatoria (Septiembre) evitando tenerlas que repetir, como fue el caso de “Análisis Matemático III”,  “Probabilidades”, “Estadística”. Pero caso aparte fue la asignatura de “Geometría Proyectiva”, lo normal era que la asignatura más repetida de la carrera fuera la de “Ecuaciones Diferenciales Ordinarias” del segundo semestre del último curso. Pero en mi caso, y supongo que el de muchos otros, la asignatura que más veces repetí (4 veces) fue la asignatura de “Geometría proyectiva”. ¿Era difícil? No. Lo que era complicado era profesor. Si todos los exámenes de la facultad eran siempre de cuatro horas, Geometría proyectiva no, era caso aparte, el examen duraba el doble, ocho horas, cuatro horas por la mañana y cuatro horas por la tarde del mismo día. Todo ello amparado por la loable idea de “así os puedo evaluar de todos los temas dados durante el curso”. Pero luego llegaba el día y todos los ejercicios eran sobre cuádricas, lo último que se explica en la asignatura. Esto unido a la idea del profesor de: “No debería de existir la convocatoria de Septiembre puesto que el alumno debería de aprobar a la primera” hacia que en los exámenes de setiembre si se presentaban 50 personas solo aprobaran 5 personas. Lo justo para llegar al 10% de aprobados, ya que en el caso de no alcanzar el 10% de aprobados el examen debía repetirse. Además como había el recargo del 10%, 20% y 30% al repetir una, dos y tres o más veces una asignatura, todo esto repercutía positivamente en las arcas de la facultad. En geometría proyectiva lo que realmente nos preparaba era para afrontar una oposición, eso y nada más.

15/03/2024

Restaurante “La barra” (Midtown Roselló)




¿Es posible ir a un restaurante y salir con hambre? Pues si, eso  es lo que me pasó en una cena con unos compañeros de trabajo en el restaurante “La barra”. De las pocas veces que he puesto una reseña en un restaurante pero tenía la obligación moral de avisar a los siguientes clientes.


La reseña que escribí relata perfectamente y de manera resumida lo sucedido.



“Increíble. 


Intentamos reservar para el primer turno, nos recomiendan reservar para el segundo turno para poder alargar la sobremesa, por lo que finalmente reservamos para el segundo turno. Llegamos y de unas 15 mesas sólo se ocuparon 4. ¿Es que acaso debíamos abandonar la mesa en el primer turno aún no teniendo ninguna reserva esa misma para el segundo? 


Nos toman nota, observo que el camarero apunta nuestra comanda en una esquina de una hoja pequeña junto a otros pedidos de otras mesas. ¿tanto cuesta gastar una hoja por mesa? (que usen un dispositivo electrónico si quieren ahorrar papel). ¿Que pasó? Traen lo de los demás, dejo unos minutos de margen para que traigan lo mío, finalmente me levanto a reclamar mi hamburguesa y veo que la cocina ya ha cerrado, a las 11:00 y sin previo aviso. Lo normal es cerrar más tarde y avisar mesa por mesa que se cierra la cocina por si se quiere pedir algo más. Ni me ofrecieron alternativa para comer ni nada. Para compensar invitaron a los postres pero yo me quedé prácticamente sin cenar si no fuera porque me cedieron algo de sus platos los compañeros de grupo con los que iba.


Un desastre.”



Además mientras esperaba a que me trajeran mi hamburguesa veía pasar raudos los empleados vestidos de calle. Corriendo literalmente por el local en dirección a la sadida, como si fueran descalzos pisando brasas. Luego me di cuenta que esos empleados eran los responsables de cocina.


Estamos lejos aún de entender como funciona el cerebro pero una cosa parece muy clara, los recuerdos polarizados son los más persistentes. El cerebro suele guardar en su memoria episódica los recuerdos muy malos y los recuerdos muy buenos. Y me temo que de esto me voy a acordar toda la vida. La vez que fui a cenar a un restaurante y salí sin cenar.








29/02/2024

…¡O qué sé yo!



Durante la semana santa del 2013 visité Zaragoza, una bonita ciudad para visitar. Vi la Basílica de nuestra señora del Pilar, las procesiones, la ciudad de la justicia, el parque de atracciones… y en un momento entre visita y visita, teníamos un tiempo libre antes de comer, cerca de nosotros vimos una pequeña entrada a un museo, el Museo del Puerto Fluvial de Caesaraugusta, por el nombre me resultaba poco intuitivo imaginar de que se trataba el museo, ¿quizás hubieran barcos?. Iba con mi hija de 7 años, la tolerancia de los niños a los museos es poca por no decir nula, así que me decanté por entrar a preguntar a ver si me decían que había en el museo.


Al entrar no había nadie, tan solo el recepcionista, el extraño diálogo discurrió de la siguiente manera:


Yo: “Buenos días, estoy de visita en la ciudad con mi mujer y mi hija pequeña de siete años, me gustaría saber de que es el museo, no se si mi hija pequeña se aburrirá y no nos dejará verlo.”


Recepcionista (con voz monocorde y cara de fastidio): “¡La de veces que me preguntan que hay en el museo! (Pausa tensa) Tengo en el cajón mi fiambrera con los cubiertos. No se si usar el cuchillo conmigo mismo… ¡o qué sé yo!”.


¡Me quedé atónito! Que palabras más inquietantes y perturbadoras. Estaba deseoso que en algún momento esbozara alguna sonrisa después de sentenciar eso, para dejar entrever que el comentario era en clave de humor negro, pero no, no hubo rastro alguno de ninguna sonrisa. A todo ello, el recepcionista iba a abrir un cajón y mi cabeza aún estaba procesando la extraña respuesta. Como en una fase de negación, estaba dudando de si realmente había oido lo que había oido, ¿sería una broma de mal gusto? me preguntaba yo.  Finalmente, abrió el cajón, metió la mano… y sacó un panfleto. Aún con cara de fastidio me explicó que el museo contenía restos arqueológicos de un antiguo enclave comercial de la época romana junto a la orilla del rio Ebro, bla, bla, bla.


Finalmente, pensé que el comentario del recepcionista se debía a un retorcido sentido del humor, por lo que nos decidimos a entrar, mi mujer, mi hija y yo. Bajamos unas escaleras para acceder a la parte inferior donde habían unos restos de muralla con unos grabados, vitrinas… pero mi cabeza empezó a rumiar el “…¡o qué sé yo!” del recepcionista. Decidí aligerar la visita, mirando de reojo las escaleras que conducían al piso superior donde atendía el recepcionista con su cara de fastidio. ¿Y si baja? ¿y si viene por alguno de nosotros? En esos momentos es cuando aflora el instinto de supervivencia en grupo, por lo que decidí que la mejor opción era refugiarme junto al resto de asistentes que estaban sentados en una sala esperando la proyección de un video. El video iba precedido de la explicación de una guía que había en el museo, pero a mitad de explicación la guía quería mostrarnos unas fotos de no se qué, una fotos que estaban en recepción. Por lo que la guía, mediante un interfono que comunicaba la parte inferior y superior, intento contactar con el recepcionista para que bajara las fotos que necesitaba. ¿Estarían conchabados? Yo no quería que bajara ese tío, me bastaba la explicación sin las fotos. El recepcionista no contestó al interfono, ¿estaría atareado? ¿estaría dándole escarmiento a alguien que hubiera entrado a informarse sobre el contenido del museo?. No podía más, vi el audiovisual y me piré. Ya me imaginaba la sección de sucesos del telediario abierta con el titular “Macabro incidente en el Museo del Puerto Fluvial de Caesaraugusta en Zaragoza”. Me imaginaba a algún periodista preguntando a conocidos del recepcionista uno de ellos contestando: “Era un tipo normal. Algo callado quizás.” otro de ellos revelando “A mi me llegó a confesar que estaba harto que entraran a preguntar de qué era el museo.”


Ni en un museo de cera ni siquiera en el museo de la inquisición de Carcassonne pasaría tanto desasosiego como pasé en ese museo. Desde estas humildes lineas tan solo me queda desear la misma suerte que tuve yo a los visitantes que me sucedieron.















26/01/2024

Por amor


Si mi mujer me preguntara algún día “¿Qué estarías dispuesto a hacer por mí por amor?” tengo bien clara mi respuesta, no lo dudaría ni un momento “¡Lo que estaría dispuesto a hacer ya lo he hecho! Dejar entrar por ti a la tuna durante el banquete de nuestra boda”. Después de eso, cualquier otra cosa que hiciera por ella sería cosa menor.


Allí estaba en el banquete de mi boda cuando Ginés, el jefe de camareros, se acercó a preguntar si accedíamos a dar paso a la tuna. Yo opino como mi padre “la tuna entra a molestar” pero ¡qué no haría por mi mujer! así que di mi consentimiento y en pocos segundos la tuna entro en tropel a dar el parche. Los integrantes no eran jovenes como cabía esperar, jovenes estudiantes con la loable intención de cantar unas canciones para costearse sus estudios. Los integrantes eran hombres ya de mediana edad, quizás fueran los padres de los estudiantes, quizás fueran re-re-repetidores, quizás fueran profesores que querían costearse el tratamiento que les permitía soportar al alumnado… ¡qué se yo!. Y hay estaban, generando vergüenza ajena y jolgorio a partes iguales entre los invitados. Cantando la ineludible triada de clásicos rancios: “Clavelitos”, “Cielito lindo” y “A mi me gusta el Pimpirimpim”, pasando la pandereta cubrir los estudios de sus supuestos hijos universitarios (al menos es lo que prefiero pensar yo). Entre canción y canción, para más inri, proferían chascarrillos del tipo “¡Pido un aplauso para el novio por venir a su propia boda!” (la madre que lo parió, encima que accedo a que entren).


Voy a disertar, ¿qué puede empujar a alguien a formar parte de una tuna?, sólo veo dos opciones:


1) Ganar dinero,

el hábitat natural de la tuna son las celebraciones multitudinarias, donde abundan comensales que  flirtean con el coma etílico, gente que en un acto de euforia es proclive a dar su dinero a la tuna, cosa que en circunstancias normales (sobrios) no harían.


2) Ligar, 

hace unos años pasé unas navidades en Montpellier y me encontré en una plaza a una tuna, estaban rodeados de jovencitas mirándoles con cara de admiración como si fueran héroes de Marvel a pesar de lo ridícula que es la indumentaria del tuno, compuesta de calzas, jubón y capa. Capa que, por otro lado, con el paso del tiempo se va nutriendo de escudos de los diferentes sitios donde la tuna ha estado arrimando la cebolleta. Y es que, con el paso del tiempo, la capa del tuno puede acabar como la puerta de una nevera, plagada de imanes de recuerdo de viajes.



Según la teoría de la relatividad de Einstein, si un gemelo viaja en el espacio a una velocidad cercana a la luz durante el tiempo necesario, cuando regresa a la tierra es más joven que el gemelo que ha permanecido en la tierra. Algo parecido sucede con la tuna, si un gemelo permanece dentro del banquete con la tuna dando el parche y otro gemelo permanece fuera, al reencontrarse, el gemelo que ha permanecido fuera es visiblemente más joven. El tiempo que permanece la tuna dando el parche se dilata hasta extremos insufribles, en especial si los tienes cantando detrás de ti (como en la foto de portada del post). Yo antes de que empiecen a cantar ya tengo ganas de que acaben, antes de que entren ya estoy deseando que se vayan. Por todo esto, no creo que haya mayor prueba de amor a mi mujer que haber accedido a dejar entrar a la tuna en el banquete de nuestra boda.








 

13/01/2024

Las bodas de oro de mis padres

 


Una vez estábamos acabando de comer en el comedor de la oficina unos compañeros de trabajo y yo. Estábamos hablando de nuestros respectivos padres y una compañera, que estaba pelando una pera, rompió su silencio para sentenciar: “yo vi a mi padre alguna vez de pequeña, nunca hizo nada por mí, de hecho esta pera que me voy a comer va a hacer más por alimentarme que todo lo que ha hecho mi padre en toda su vida”. Tras esa confesión nos quedamos sin palabras, es la historia más triste que puede sucederle a un hijo, el que alguno o ninguno de sus padres se haga cargo de él. 


Damos por hecho que todos los padres se hacen cargo de sus hijos, pero simplemente teniendo en cuenta los matrimonios que conozco ya se ve que esto no es así. Conozco unas cuantas madres sacando a sus hijos adelante sin ayuda alguna de sus maridos, muchas de ellas envueltas en encrucijadas judiciales para conseguir que el respectivo marido le pase la pensión que le corresponde para ayudar con la manutención de su hijo. Problemas de alcohol, juego, infidelidades y convivencia han roto muchos de estos matrimonios. Es evidente que con esta lacra de separaciones y divorcios cada vez menos parejas llegan a las bodas de plata y mucho menos a las bodas de oro.  


En mi meditación diaria guardo un momento de agradecimiento por todo lo que tengo, por lo que en algún momento agradezco el tener unos padres que se han hecho cargo de mi, de que no me faltara nada, desde las necesidades más básicas como puede ser un hogar, ropa, alimentación, estudios, etc., etc. hasta las menos básicas. 


Por todo ello, cuando pienso en mis padres sólo puedo sentir una cosa, gratitud.



P.D.: hay muchos motivos para estar agradecido si nos paramos a pensar, en mi caso:

Estoy agradecido de no tener ningún tipo de minusvalía (ni visual, ni auditiva…)

Estoy agradecido de tener buena salud

Estoy agradecido de tener a mi familia (mujer, hija, padres, hermana…)

Estoy agradecido de haber nacido en la época y el lugar donde nací 

Estoy agradecido por todo lo que he conseguido (mis estudios, mi casa, mi trabajo…)

Estoy agradecido de haber podido ser padre.

Etc.








24/11/2023

La facultad de matemáticas de la UB (1/4)

 



Para ser honesto, nunca se me habían dado bien las matemáticas. En E.G.B. (Educación General Básica) tuve un profesor que no hacía exámenes de sus asignaturas, entre ellas matemáticas, por aquel entonces para mí era el mejor profesor del mundo. Y si no hacía exámenes ¿de donde salían las notas? pues de portarse bien en clase y salir alguna vez a la pizarra. Básicamente, si no incordiabas, estabas en silencio y no metías la gamba en la pizarra te llevabas una buena nota, así de simple. Luego en el instituto empecé a hacer exámenes de matemáticas y allí empezó el drama después de tantos y tantos años sin ser evaluado de matemáticas. En poco tiempo el que me parecía el mejor profesor del mundo se convirtió en el peor profesor del mundo por no habernos preparado para B.U.P. (Bachillerato Unificado Polivalente). Me tuve que poner las pilas con las mates del bachillerato científico y bien que me las puse, llegando a C.O.U. aprobándolas holgadamente. Hice la selectividad y acabé con un 5’29 sobre 10, con lo que tuve que apuntarme a carreras como Matemáticas donde sólo pedían un 5, geología y alguna más que no recuerdo.


Dice mi padre que lloró cuando llegó la carta de la Universidad de Barcelona informándome de mi selección para cursar la licenciatura de matemáticas. Luego sería yo el que lloraría los años venideros cursando la carrera desde el curso 1993-1994 al 2000-2001.


El primer año cursé las siguientes asignaturas:

 - Análisis matemático I

 - Álgebra lineal

 - Informática

 - Análisis matemático II

 - Geometría lineal

 - Métodos numéricos


En Análisis matemático I el profesor Joaquim MªOrtega ya nos avisó: “Hay que estudiar desde el primer día”, no hice caso y así me fue. Mi plan era acabar el primer curso de matemáticas y cambiarme a la facultad de informática que era lo que quería estudiar. Pero una cosa es lo que quiere uno quiere hacer y otra distinta lo que acaba haciendo. Resumiendo, el primer año sólo aprobé la asignatura de informática, cosa que me permitió cumplir con los créditos de permanencia. Los estudiantes teníamos colgando la espada de Damocles de estar obligados a aprobar un determinado número de créditos al año para poder seguir cursando los estudios, el primer año sólo pedían aprobar 9 créditos y como la asignatura de informática tenía 12 créditos (1 crédito = 10 horas de asignatura) aseguré mi permanencia para el siguiente curso, sólo que el siguiente ya no bastaría aprobar otra asignatura sino que tenía que aprobar unas cuantas más, prácticamente las 5 restantes del primer curso. Repetí curso, esta vez aplicando lo de estudiar desde el primer dia, y aprobé el resto de las asignaturas del primer curso sin problemas. Entonces me vine arriba y pensé “pues no se me da tan mal esto de las mates, siempre que estudie desde el primer día”. Por lo que decidí matricularme en segundo de matemáticas a ver que pasaba. Hay veces en la vida que tras tomar una serie de decisiones correctas a nivel individual, te das cuenta que a nivel global constituyen una decisión errónea, pero eso es algo que sólo se sabe a posteriori. 



P.D.: El primer año de matemáticas era un popurrí de gente como yo, gente que quería estudiar otras cosas y acaban estudiando otras cosas. En especial me acuerdo de un alumno que venía de estudiar el  primer curso de empresariales o administración de empresas, se había cambiado a matemáticas y ya en el primer semestre ya tenía pensado volver a cambiar de carrera. 


Recuerdo profesores de todo tipo buenos, mediocres y malos. Una profesora doctorada que no sabía resolver un ejercicio del libro de Álgebra Lineal de primero de matemáticas ¿en serio?. Y luego estaba el mejor de los profesores, el profesor Manuel Tort, cuando el resto de profesores se pusieron de acuerdo en sacar a los alumnos a hacer los ejercicios a la pizarra para ahorrarse faena con el pretexto de “así aprenderán más los alumnos”, él fue el único profesor que continuaba haciendo el mismo los ejercicios “porque era su trabajo”. Antes del ejercicio hacia un resumen en la pizarra de la teoría necesaria para hacer el ejercicio, después daba indicaciones de donde el alumno se podía equivocar haciendo el ejercicio y finalmente lo resolvía con una exquisita elegancia y caligrafía. Siempre que tuve este profesor aprobaba a la primera. Creo que el alumno más inteligente es aquel que aunque el profesor se explique mal se entera y el alumno menos inteligente es el que necesita que el profesor se explique detalladamente. Yo era claramente de este segundo grupo de alumnos.



10/11/2023

MobileFamilyTree 10

 





Hacer el árbol genealógico de mi familia es algo que siempre me ha apasionado, ya de adolescente dejé plasmado en una cartulina el árbol genealógico con unos 130 familiares. Décadas después llegó el momento de digitalizar lo que constaba en una cartulina ya amarillenta y medio rota.


Opté por digitalizar el árbol genealógico de la familia con la aplicación MobileFamilyTree 10, es la mejor, no porque haya probado muchas más sino porque no creo que ninguna otra ofrezca todas las prestaciones que ofrece MobileFamilyTree 10 en dispositivos móviles ni MacFamilyTree 10 en su versión de escritorio, ambas aplicaciones son de pago pero ya os aseguro que vale la pena pagar cada uno de los céntimos de su precio. 


Hay multitud de características, rascando la superficie destacan las siguientes:


  1. Editar: 
    1. Personas: se puede especificar el nombre, género, eventos como nacimiento, matrimonio y muerte y muchos más, bautizo, condecoración militar, enfermedad, funeral, graduación, nacionalidad, primera comunión, religión, servicio militar, divorcio, separación… de todo ¡hasta la fecha de circuncisión!. Se le pueden vincular medios, que no son otra cosa que fotos y videos. Se pueden especificar otros datos como altura, color de ojos, color de pelo… Se pueden añadir a la persona, apuntes, citas fuente, personas asociadas, resultados de test de ADN, historias y tareas.
    2. Grupos: las personas de la familia se pueden agrupar según un criterio establecido
    3. Familias: personas agrupadas por su pareja de apellidos
    4. Lugares: de nacimiento, boda, fallecimiento, funeral, etc.
    5. Fuentes: archivos familiares, archivos civiles, archivos eclesiásticos, etc.
    6. Historias: es el lugar donde relatar historias de los integrantes de la familia (p.e. padres precoces, familiares longevos, familiares inmigrantes, bodas entre familiares con parentesco lejano, etc.)
    7. Tareas: para inventariar las tareas pendientes de realizar (p.e. consultar los archivos de un registro civil, validar una fecha)
    8. Medios: son las fotos y los videos de las personas
    9. FamilySearch: es una gran base de datos de genealogía en Internet, permite intercambiar o buscar información.
    10. Asistente de investigación: va haciendo preguntas de datos que faltan, las respuestas se incorporan a los datos del árbol, (por ejemplo, en que lugar se caso tal familiar)
    11. Información del autor del árbol genealógico
  2. Gráficas de: árbol, reloj de arena, antepasados, antepasado doble, descendientes, abanico, distribución, estadísticas, linea de tiempo, parentesco, árbol cuadrado, árbol fractal, árbol circular, árbol simétrico y gráfica de genograma. Cada uno de estos gráficos y diagramas con personalizables.
  3. Vistas: 
    1. Árbol virtual, para ver el árbol en 3D, 
    2. Globo virtual, para ver los familiares ubicados en el globo terráqueo
    3. Mapas estadísticos 
    4. Concurso de preguntas, muy divertido, hace preguntas con tres posibles soluciones a partir de los datos disponibles
  4. Informes: de personas, eventos de persona, familia, historia, parentesco, ahnentafel, descendencia, registro, mapa, narrativo, linea de tiempo, diario, estado.
  5. Listas: de personas, matrimonios, eventos, hechos, lugares, tareas,  aniversarios, plausibilidad, peculiar, análisis, modificaciones
  6. Publicar: exportar a archivo GEDCOM (estándar para gestión de datos genealógicos), exportar/eliminar subárbol, compartir el árbol para editarlo simultáneamente varias personas a la vez.

De ejemplo, el programa viene con el árbol genealógico de John Fitzgerald Kennedy con un total de 119 integrantes. El mío lleva en estos momentos 177 integrantes, no se si lo voy a poder ampliar más, es muy complicado obtener información antigua, es un proceso muy lento y muy complicado. Os animo a realizar el árbol genealógico de vuestra familia, ya sea con este programa o con otro, puede llegar a ser una tarea profundamente enriquecedora. 



27/10/2023

Atipité


He pensado que mi blog sería un buen lugar para guardar y compartir las palabras que usaba mi hija de pequeña antes de que se me olviden, esas palabras inventadas que sólo conocen los padres. Por ejemplo, yo de pequeño usaba la palabra “yuyu” para hacer referencia a las natillas. De pequeño en casa de mis padres era frecuente oír ¿Víctor que quieres para cenar? Un yuyu, mama, respondía yo. Que por qué llamaba yuyu a las natillas, qué se yo, los niños son así, inventan nuevas palabras o deforman las ya existentes añadiendo o quitando vocales o consonantes. 

Esta es una lista de las palabras inventadas que decía mi hija de pequeña junto a su significado:


 - Atipité: desconozco la traducción, esta palabra la estuvo repitiendo durante un buen rato


 - Pupumo: zumo. Por ejemplo, ¡Papa quiero un pupumo!


 - Mikiau: Mickey Mouse. Por ejemplo, ¡Papa quiero ver los dibujos del Mikiau!


 - Tiasón: Corazón. Por ejemplo, ¡Tiene forma de tiasón!


 - Mochón: Mocho. Por ejemplo, ¡Voy a pasar el mochón!


 - Putuga: Tortuga


 - Buba: Cebolla


 - Pouá: Tobogán


 - La capula: es la hada madrina de la película Cenicienta, la que canta:

   Salacadula Chalchicomula

   Bibidi Babidi Bu.

   Siete palabras de magia que son:

   Bibidi Babidi Bu.


 - La poma caca: es la manzana que da la bruja a Blancanieves


 - Este es un feo: para referirse a que es el malo de la peli de Disney


 - Quiere abrilo: en tercera persona y sin la segunda erre de abrirlo para indicar que quiere abrir un regalo


 - Quiero comer en el crucero: para decir que quiere comer en el restaurante “El cruce”



 - Wini petalenko: una tarde recortando y pegando papeles se desesperó pidiendo el “Wini petalenko”, finalmente resulto ser un pegamento de barra con un dibujo del Winnie-the-Pooh en la etiqueta.




P.D.: Una vez estaba cenando con mi hija pequeña mientras veíamos la tele, apareció en pantalla la actriz Rossy de Palma y mi hija me pregunto “¿Qué le ha pasado en la cara?” (qué cosas tienen los críos)